Cada mujer posee gran fuerza y belleza. Pero las reglas de la belleza y el encanto femenino de la sociedad la han convertido en una búsqueda muchas veces inútil de lo externo y lo superficial. Así la mujer no siente los beneficios que su feminidad debería darle y a todos a su alrededor.
Esto no siempre fue así, en los templos antiguos, en sociedades como Egipto, Bizancio, o en la India, las mujeres conocían los secretos de cómo encontrar su identidad y esencia femenina. La mujer era vista como una Diosa y ella atraía las más positivas vibraciones para su vida.
Una mujer no depende de factores externos para desarrollar estas características, pues es su Shakti quien le da al mundo estas cualidades. Si esta energía es desarrollada, todo lo demás llegará, y por el contrario, sin ella se pierde el interés por la vida y por el mundo.
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